dissabte, 6 d’octubre del 2012

Exigencias

No sé si será la ilusión, las ganas o la impaciencia, pero creo que las mujeres, en general, cuando se trata de la maternidad, somos demasiado exigentes con nosotras mismas. Puede que sea cultural o viene grabado en el ADN... O quizás las dos cosas..

Hablemos de tópicos: Una pareja decide tener un hijo. Dejan de tomar precauciones y, en unos meses, test positivo. Otros meses más y llega el bebé.

En resumen esa es la imagen que toda persona tiene en la cabeza cuando se plantea ser padre o madre. Nadie te habla de las dificultades que te puedes encontrar en el camino, o quizás es que no queremos verlas. Es complicado intentar ser positiva siendo consciente de que no todo es de color de rosa.

Empezando por ovular. Algo que en las mujeres se supone tan natural, no siempre lo es. Las causas pueden ser muy diferentes pero, en cualquier caso, siempre acaban haciéndote sentir que eres “defectuosa”.

Si finalmente consigues ”normalizar” este tema, llega la concepción. En esto todo el mundo tiene su truquillo, su consejo que darte: hacer los deberes días sí y día no, o únicamente entre los días tal y tal del ciclo, en la postura así o asá para ayudar a los bichines, luego piernas para arriba un buen rato… Todo esto estando, por supuesto, relajada al máximo, disfrutando del momento, sin pensar en embarazo. ¡Toma ya!

Cuando eso no funciona lo completas con gráficas del moco cervical y la temperatura basal, así te cercioras de cuando son tus días fértiles. Además tienes en el mercado cantidad de pócimas mágicas en diferentes formatos, para ella y para él, incluidos unos test (de "módico" precio) que te dicen si estás o no ovulando. Con todo esto haces el planning en tu agenda de los días en los que te toca tener relaciones sexuales. Por supuesto relajada y disfrutando.

Me estoy acordando de la película Maybe baby.

Puede que se consiga un estado zen durante un tiempo pero cuando los meses pasan… ¡Ojo! Que no digo que todas esas cosas no funcionen (aunque tenga mis dudas) pero, ¿cómo puede mantener una mujer su autoestima en alza con tanta presión? Y ellos, ¿cómo lo viven? ¿Cómo se ve afectada su “hombría”? ¿Qué pasa con la pareja?

Entre medias llega algún retraso que devuelve la ilusión por unos días. Pero, de nuevo la caída y la pregunta ¿qué estoy haciendo mal? Mientras, a su alrededor, los embarazos van llegando. ¿Y por qué yo no?

Supongo que todo esto es lo que me hace decidir mirar esta nueva etapa de otra manera. Por suerte no he vivido todas las situaciones anteriores, aunque he tenido mis momentos... Me preocupa, quizás en exceso, que la búsqueda llegue a afectarme así y me niego, me niego... Se ve que también tengo exigencias conmigo misma... ¿Por qué será tan difícil dejarse llevar?

2 comentaris:

  1. ¡Qué difícil es todo esto!

    Hace un tiempo, cuando mi instinto maternal estaba dormido o medio muerto, diría yo, veía los embarazos como algo tan natural, tan normal, tan común y corriente... todos los días miles de mujeres parían, convirtiéndose incluso en problemática social los embarazos en adolescentes o en mujeres cabeza de hogar, muy pobres por demás y con muchos hijos anteriores.

    Y entonces llegó a mí la luz, llegó mi pequeña mariposita de repente, sin buscarla... y todo cambió!! entendí que el amor verdadero existía y crecía dentro de mi cuerpo. Comprendí la alegría de muchas mujeres y también su miedo cuando no tenían al padre a su lado. Lo que nunca pensé ni siquiera después de que el torpe médico me enviara a hacerme una eco "para estar tranquilos" luego de que no encontrara fetocardia, era que algo podía salir mal.

    Con el tiempo he leído toda clase de información sobre la concepción y el embarazo. Es increíble todo lo que no sabía, lo difícil que puede ser llegar a abrazar un día a un bebé vivo. Afortunadamente también he leído testimonios de mamis valientes que batallan contra todas las probabilidades negativas día a día y nos llenan de confianza, ilusión y esperanza.

    Mis miedos comienzan en este momento, cuando veo que llegó la hora de iniciar la búsqueda. Ese día se acerca inevitablemente, queda muy poco. A veces siento que no estoy preparada y jamás lo estaré. Pero como me dijo mi buena amiga Mariate, no debo cortarme las alas yo misma.

    No sé cuanto tiempo llevará, ni sé si seré una más de las mujeres que cada día sufren por embarazarse y utilizan mil métodos... nunca hemos buscado un bebé y el sólo hecho de pensarlo me da pánico. Sólo sé que Salomé dejó un regalo para su futuro hermanito: el deseo de que llegue, la decisión de buscarlo, la ilusión tan grande de sentir nuevamente una vida formándose en mí, la visión de un futuro lleno de risas y lágrimas pero de felicidad. Siento que ya es hora de entregar ese regalo.

    Si no consigo ver el embarazo con la misma inocencia de antes, lo veré como yo pueda, pero siempre desde el amor, al fin y al cabo por eso vienen los niños a este mundo, por amor, ¿verdad?

    Un abrazo muy fuerte Esther, muchas bendiciones para tu vida y mis mejores deseos porque cada día cuando te veas al espejo reconozcas el brillo que han dejado en tu alma esas maripositas de luz. Besos para las florecitas.

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  2. Maira, tu siempre tan sabia...

    El amor, el amor... ¡Cuánto se nos olvida esa parte de la vida! Y al final todo se reduce a eso...

    En eso estoy, en permitir que sea el amor quien guie mi camino... El amor por mi pareja, por mis hijas que se fueron, por esos que vendrán y especialmente el amor por mí.

    ¿Por qué será tan difícil?

    Otro gran abrazo para ti

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